El cuidado del ambiente y la adopción de hábitos de consumo y reciclaje sustentables son desafíos del presente. Por eso presenté en el #Senado un innovador proyecto llamado #EcoRescate de responsabilidad compartida entre los ciudadanos y el Estado.

Se trata de un proyecto que premiará el rescate de envases PET y de aluminio posconsumo con crédito para ser usado en el transporte público de pasajeros u otros medios de cobro electrónicos/billeteras virtuales.
Con ello buscamos fomentar el mantenimiento y limpieza de los espacios públicos, fomentar hábitos responsables de reciclaje y promover la movilidad sustentable.
A partir de esta iniciativa se podrá realizar un aporte significativo para disminuir los efectos devastadores para la ecología mundial que producen los residuos que no son biodegradables y que generan grandes consecuencias ambientales.
Se estima que los envases representan el 60 por ciento del volumen de una bolsa de residuos domiciliarios. Uno de los envases de un solo uso más usados en el mercado para botellas de aguas y gaseosas, son las botellas de plástico #PET (Polietileno Tereftalato).
En el país, la producción de envases PET se estima en 15 millones de unidades por día (200.000 toneladas de PET anual), alcanzando un consumo anual de 5 kg por habitante.
Solo un 10% de esta producción vuelve al circuito productivo para ser reciclado como materia prima para nuevos envases. Otro 15% del PET se recicla para otros usos como filamentos para escobas, cepillos y láminas para fabricar bandejas para alimentos.
Actualmente hay ciudades en el mundo han obtenido buenos resultados con este tipo de iniciativas. Por ejemplo, en Roma el programa «+ Ricicli + Viaggi» («más reciclás, más viajas»), permite a los pasajeros devolver botellas de plástico a cambio de 5 centavos de crédito.
Suiza y Alemania, pioneros en materia de cuidado del ambiente, también comparten una iniciativa similar: la existencia de incentivos económicos positivos por depositar los residuos en determinados puntos.